500 AÑOS DE LA REFORMA Y COMIENZO DE LA GRAN COSECHA



31 de octubre de 1517. Hoy son 500 de la llamada reforma protestante. Hoy se conmemora el día en que un visionario y valiente hombre de Dios, llamado Martín Lutero, hizo públicas sus críticas al sistema religioso imperante en aquella época, la iglesia católica de Alemania, produciendo el primer y más significativo cisma en la institución. Tal como lo hicieran hace 500 años Lutero, Calvino, y Zuinglio, hombres motivados por el Espíritu de Dios a marcar una época con un movimiento de rescate de las buenas noticias de Jesucristo, restaurando las verdades fundamentales del evangelio Reino, hoy, la conmemoración de la reforma está cargada de simbolismo. Dios está comenzando otra reforma que revolucionará el mundo entero. Habrá “Luteros” por todas partes, hombres comunes y corrientes pero llenos del Espíritu de Dios con un llamado específico de hacer discípulos. 

Escuchamos en las esferas de la predicación cristiana a muchos que hablan de la lluvia temprana y la lluvia tardía. Eran términos aplicados a la agricultura… La lluvia temprana – que venía fuera de época, y caía antes de la temporada lluviosa habitual. Esta lluvia servía para que el terreno que ya estaba preparado para la siembra quede blando y húmedo, muy apropiado para la siembra. La lluvia tardía – caía después de la estación lluviosa habitual, de manera más suave, pero más abundante. Esta lluvia era la que permitía la floración, el crecimiento final del fruto, la maduración del fruto, es decir – era la lluvia que preparaba el fruto para la cosecha. El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue el comienzo de la lluvia temprana. Entonces, la lluvia temprana comenzó en la época de la fiesta de pentecostés descrita en Hechos capítulo 2. Y la lluvia tardía es la que esperamos expectantes… Un mover del Espíritu Santo, equipando, y llenando de poder a los llamados a hacer discípulos. 


Escucharemos por todos los medios, esferas gubernamentales, y políticas, las malas noticias y crisis económicas… habrá guerras, y rumores de guerra, pero sabemos que aún no es el fin. Puede ser inminente que vienen desastres climáticos, terremotos, tsunamis, y devastaciones en general, pero los miles y miles de hombres y mujeres movidos por el Espíritu Santo, estaremos siendo luz… Jesús dijo que una luz no se pone bajo un cajón… En el templo (edificio) todos somos luz, pero la idea es ser luz afuera, en el trabajo, en las escuelas, en la universidad, en la calle, en las células, y grupos en casa, para que a través nuestro el Espíritu Santo derrame medidas de presencia manifiesta, donde los enfermos sanen, los que no creen puedan creer a las buenas noticias de Jesucristo, y así provocar la más espectacular cosecha de almas que jamás se haya presenciado.

No es tiempo de mirar desde afuera…  Y no quiero dormir mientras otros cosechan, por que quien duerme en tiempo de cosecha avergüenza al padre. 

Gracias Dios, por levantar a Martín Lutero hace 500 años para provocar una reforma, pero agradezco también los miles de Luteros que estás levantando hoy para la última gran cosecha.

ARC. Esperando la lluvia tardía, para comenzar a segar.

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