Transformación desde su interior




 

En Juan 4:14 Jesús dijo: “Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna” (NVI). Está comprobado que una semana después que predicaste un sermón a la iglesia, de quienes escucharon, el que tiene mejor memoria recuerda aprox. el 10% de lo que predicaste… Lo bueno, es que el Espíritu Santo no transforma a las personas por su buena memoria, sino que transforma desde dentro hacia afuera… Es mientras escuchas al predicador, que si dispones tu corazón, es ahí que comienza el cambio.

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