Cambio de dirección




    Hace unos días nos cambiamos de casa… Se imaginarán todo lo hay que trasladar, embalar, clasificar, etc… Gracias a esas manos amigas que nos ayudaron, poniendo a disposición sus vehículos, o haciendo fuerza para levantar un mueble… Al llegar al nuevo lugar acopiamos para luego ordenar, pero ha sido una tarea ardua. Organizar el espacio es una tarea que a mi esposa le queda bien (tiene gracia para el diseño de interiores). No es nuestro primer traslado (llevamos varios en el cuerpo), pero me di cuenta que con el correr de los años acumulamos cosas que no nos sirven, y de las cuales tenemos que despojarnos. La vez anterior que nos trasladamos trajimos todo ese cúmulo de “cachureo” que no sirve, para clasificarlo, pero quedó por meses en la bodega. Ahora tomamos la decisión de eliminar todo este peso innecesario (que nos asedia). Eliminamos varios sacos de cosas que “algún día” usaríamos, eliminamos artefactos dañados que “algún día” mandaríamos a arreglar (y pasaban años de bodega en bodega), eliminamos y regalamos ropa que no volveremos a usar (porque a mí ya no me queda, o porque Melisa creció {y no para de crecer}, o porque Mariela está más delgada).

Dos ideas…

Primero, cambio de dirección…

No es bueno seguir por el mismo camino, solo porque siempre hemos estado ahí… Una palabra que identifica bien esto es “arrepentimiento”, y esto es cambio de dirección… Caminamos dándole la espalda a Dios, y en la medida que pasan los años, nos alejamos cada vez más de Dios. Arrepentimiento es girar en 180 grados, y comenzar a caminar hacia Dios… Y cuando estamos en Dios y con Dios, él mismo nos guía, y en más de alguna oportunidad nos ha dicho: “ahora, cambia de dirección”.

Segundo, despojarse.

Dice el autor del libro de Hebreos en el capítulo 12 verso 1:

Hebreos 12:1
Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

Usando la figura que también usa el apóstol Pablo, para correr y ganar la carrera no puedo correr con una mochila, o bolsos pesados… Debo despojarme del máximo peso que me estorbe para correr bien.

De alguna manera, cambio de dirección está ligado con despojarse. Si me arrepiento para volverme a Dios me tengo que despojar de todo pecado y peso para correr hacia Dios.

Nos despojamos de malos hábitos, malas actitudes, malos deseos, malos pensamientos… Nos despojamos de la indiferencia hacia mi hermano que muchas veces necesita de una mano amiga para el traslado. Nos despojamos de la flojera que nos impide hacer la obra de Dios, nos despojamos del letargo que nos mantiene inmóviles, estáticos, e improductivos…

ARC. Eliminando la “basura” que no necesito en mi nueva casa.

Comentarios

JRR dijo…
La pura verdad ,
JRR dijo…
La pura verdad ,

Entradas más populares de este blog

9 CONSEJOS DEL APOSTOL PABLO A TIMOTEO

SI NADAMOS EN EL RÍO DE DIOS, DE NUESTRO INTERIOR CORRERÁN RÍOS DE AGUA VIVA

CAMINANDO EN LO SOBRENATURAL