FRUTO DEL ESPÍRITU VERSUS DONES DEL ESPÍRITU
No es mi intención hacer un estudio de dones… Simplemente quiero reflexionar
en torno a dos conceptos que parecieran similares… Los dones y el fruto del
Espíritu.
Un cristiano lleno del Espíritu de Dios puede ser eco de la manifestación
del poder de Dios a través de los dones del Espíritu Santo. Sin embargo un
cristiano carnal igualmente puede usar los dones del Espíritu. La instrucción
del apóstol Pablo es “sigan siendo llenos del Espíritu” pero la falta de esta llenura
no inhabilita los dones.
Escuché una historia de un evangelista que llegó a una campaña. La iglesia
había hecho un muy buen trabajo y el auditórium estaba lleno de público no
cristiano. El evangelista se instaló en su hotel y la jornada era en la tarde,
así que tenía el día para descansar. El pastor anfitrión fue antes de la hora
acordada para conversar con él y afinar algunos detalles. Cuando preguntó por
él en la recepción le dijeron que estaba en el bar, el pastor se dirigió al bar
y allí lo encontró bebiendo y coqueteando con una mujer del lugar. Frente al
impacto de ver esto se fue y volvió a la hora acordada sin decir una palabra.
El evangelista subió al púlpito, predicó, el Espíritu Santo (que es quien hace
la obra en el corazón de las personas) tocó a mucha gente y cientos fueron
nuevas criaturas aquella noche. Luego el pastor confrontó al evangelista. Pero
lo rescatable de esta historia, ya que no sé en qué terminó para este hombre,
es que los dones son irrevocables, mas no el ministerio.
La forma de proteger los dones es por medio del carácter. Pablo dice en
Gálatas: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia… Habilidad o
carisma son protegidos por el carácter. Los dones del Espíritu son protegidos
por el fruto del Espíritu. ¿Cuál es más importante?... Ninguno es más
importante que el otro. Si queremos ser fieles representantes del Reino de Dios
en la tierra necesitamos el carácter y la manifestación del poder de Dios.
No puedo justificar que no tengo la manifestación del poder de Dios porque Él
(Dios) ha forjado mi carácter. Cuando una persona llega a Cristo es equipada
por el Espíritu Santo al momento de la conversión. Así podemos ver un recién
convertido hablando en lenguas, o manifestando cualquier don otorgado por el
Espíritu Santo. Así como tampoco puedo justificar la ausencia de carácter porque
tengo los dones. No puedo preferir lo uno sobre lo otro.
Entonces, puedo manifestar el poder del Reino de los cielos a través del
carisma o los dones otorgados por Dios,
pero sin el fruto del Espíritu no llegaremos a ningún lado. Por lo anterior
somos llamados a llevar nuestra vida cristiana con la manifestación viva del
fruto del Espíritu, es decir, una vida con carácter, y desde allí manifestar el
poder que viene a través de los dones.
Un amigo pastor una vez me dijo: Cuando Dios te llamó al ministerio te
equipó con un paquete de dones… Y he podido ver que desde que Dios me llamó
aparecieron habilidades que antes no tenía (venían en el paquete). Pero el fruto
no apareció de un día para otro… Aun encuentro que me falta de la manifestación
del fruto en su plenitud… Al mirar retrospectivamente puedo ver que hoy miro la
vida cristiana diferente… He crecido en la paciencia, he crecido en fe, he
crecido en templanza… he sido forjado por Dios…
y sigo en la misma senda…
ARC. Tratando de madurar en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, y templanza… para poder ser fiel embajador del Reino cuando Dios
quiera manifestar su poder a través de mí.
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