Reflexiones en Hechos 1:8
Reflexiones 1: Expectación es una palabra para describir las ansias de ver
lo que Dios va a hacer con nosotros como iglesia… Sin embargo
expectación me suena como una palabra pasiva, es decir, me detengo,
espero, observo… Prefiero la expectación activa, es decir, observo de
cerca el proceso de lo que Dios está haciendo, pero NO me detengo, sigo
en acción… Como la diferencia entre esperanza y fe… la esperanza es
pasiva, es lo que Dios hará en el futuro… Fe es el seguimiento en acción
de un proceso activo de Dios… Si creemos que Dios nos va a usar en el
futuro eso es esperanza, si creemos que somos parte del hoy en los
propósitos de Dios esto es fe, porque para ser parte de la agenda de
Dios en el Hoy no podemos quedarnos paralizados… ¿Cuál es la agenda de
Dios en el HOY?... Hechos 1:8 dice: “Recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…”,
entonces la acción es SER TESTIGO… ARC, Reflexionando, y actuando como
testigo de Jesús.
Reflexiones 2: Me quedé pegado con la reflexión anterior… Puse un versículo que está en Hechos 1:8… Recibiréis poder!... ¿Para qué es el poder?... El verso termina con “…Y me seréis testigos”… Entonces, ¿para qué somos investidos de poder?, precisamente para eso, para ser testigos de Jesucristo… Hace un par de días conversábamos con algunos colegas acerca del bautismo en el Espíritu, y aquí la pregunta clásica es ¿cuál es la evidencia de haber sido bautizado?, la respuesta de un baucha es que cuando recibimos a Jesucristo recibimos toda la plenitud de la deidad, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y el resto de las experiencias son la llenura que menciona Pablo… Un pentecostal diría que la evidencia es el hablar en lenguas… Ahora, dónde está el equilibrio de la interpretación?... no me las doy de teólogo, sé que me podrían leer muchos más teólogos que yo, así que no me voy a quedar en la interpretación… Pero sí quiero reflexionar en lo que Jesús dijo: Recibiréis poder… ¿Para qué es el poder? , Para ser testigo… Bajo cuál sea nuestra interpretación del bautismo, es el poder que Dios nos da para ser testigo… Puedes ser un impresionante teólogo pero si no eres testigo de Jesucristo no has recibido el poder… o puedes ser un experto en la ejecución del don de la glosolalia o su interpretación, pero si no eres testigo de Jesús no has recibido tampoco dicho poder. Quien no ha traído a los pies del Jesucristo ni a una sola vida, quien no ora por los enfermos imponiendo manos, quien no participa activamente del evangelismo fuera del templo, quien conoce muy poco de la liberación de demonios, alguien cuyas victorias personales consisten en entrar y salir de crisis, quien nunca supera temores, inseguridad y timidez, quien tras años de participar en la iglesia no ha descubierto su propósito, asignación o destino, quien no intimida a satanás ni representa peligro para su reino…. No puede decir que ha sido investido de poder por el Espíritu Santo… Sigo reflexionando en Hechos 1:8.
Reflexiones 2: Me quedé pegado con la reflexión anterior… Puse un versículo que está en Hechos 1:8… Recibiréis poder!... ¿Para qué es el poder?... El verso termina con “…Y me seréis testigos”… Entonces, ¿para qué somos investidos de poder?, precisamente para eso, para ser testigos de Jesucristo… Hace un par de días conversábamos con algunos colegas acerca del bautismo en el Espíritu, y aquí la pregunta clásica es ¿cuál es la evidencia de haber sido bautizado?, la respuesta de un baucha es que cuando recibimos a Jesucristo recibimos toda la plenitud de la deidad, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y el resto de las experiencias son la llenura que menciona Pablo… Un pentecostal diría que la evidencia es el hablar en lenguas… Ahora, dónde está el equilibrio de la interpretación?... no me las doy de teólogo, sé que me podrían leer muchos más teólogos que yo, así que no me voy a quedar en la interpretación… Pero sí quiero reflexionar en lo que Jesús dijo: Recibiréis poder… ¿Para qué es el poder? , Para ser testigo… Bajo cuál sea nuestra interpretación del bautismo, es el poder que Dios nos da para ser testigo… Puedes ser un impresionante teólogo pero si no eres testigo de Jesucristo no has recibido el poder… o puedes ser un experto en la ejecución del don de la glosolalia o su interpretación, pero si no eres testigo de Jesús no has recibido tampoco dicho poder. Quien no ha traído a los pies del Jesucristo ni a una sola vida, quien no ora por los enfermos imponiendo manos, quien no participa activamente del evangelismo fuera del templo, quien conoce muy poco de la liberación de demonios, alguien cuyas victorias personales consisten en entrar y salir de crisis, quien nunca supera temores, inseguridad y timidez, quien tras años de participar en la iglesia no ha descubierto su propósito, asignación o destino, quien no intimida a satanás ni representa peligro para su reino…. No puede decir que ha sido investido de poder por el Espíritu Santo… Sigo reflexionando en Hechos 1:8.
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