LA GRACIA DEL PERDON

La Biblia cuenta que cierta vez Dios le dijo a Salomón (tercer rey de Israel) hijo de David (segundo rey de Israel, el que mató a Goliat) : "Por eso quiero que seas perfecto a mis ojos, como tu padre David fue perfecto a mis ojos".
Un par de libros atrás, la Biblia cuenta de como David en una oportunidad se quedó en su castillo en vez de ir a la guerra (él siempre iba delante de su ejército al campo de batalla). Mientras el ejército estaba en batalla, David estaba holgazaneando en su castillo, y en ese ocio, desde su balcón vio una mujer hermosa bañándose, y la mandó a buscar para acostarse con ella... 
Entonces, primero le fue infiel a su esposa. Pocas semanas después la mujer le dice que está embarazada y su marido estaba en la guerra, entonces David mandó llamar a el marido de la mujer para “premiarlo” por su buena labor en la guerra y lo mandó a su casa por una noche, para que se acueste con su esposa y así tapar las consecuencias. El hombre era muy fiel a sus principios y pensó “no es justo que yo esté en mi casa y mis compañeros de ejército estén muriendo en el campo de batalla” y durmió a la puerta sin entrar en su casa. 

Al enterarse David lo mandó llamar y lo embriagó para lograr su objetivo, pero no lo logró. Luego David lo envió a la batalla con una carta para el general, la carta decía: “Envía a este hombre al frente para que sea el primero en morir, y asegúrate que muera”... A David no le bastó lo primero, y mandó a matar al esposo de la mujer.Entonces, ¿cómo puede decir Dios que David fue perfecto a sus ojos?, jocosamente alguien comentaba que probablemente Dios no había leído la Biblia.

Sin embargo, la respuesta se encuentra en medio de esas dos partes de la historia donde David llora, se arrepiente y pide con todas sus fuerzas el perdón de Dios. David estaba realmente arrepentido porque no le interesó el reino o sus riquezas, solo dijo: “no quites de mi tu Espíritu”. ¡Valla forma de perdonar! Es tal, que Dios llama a David perfecto ante sus ojos, luego de su arrepentimiento. 
Dios perdona al que realmente se arrepiente y se olvida del pecado, y podemos decir que se olvida que se olvidó. El arrepentimiento es el único modo de borrar el archivo histórico de pecados que genera un acta de decretos en nuestra contra, porque Jesucristo al morir en la cruz clavó consigo esta acta de decretos, y si nos arrepentimos de nuestros pecados el es fiel y justo para perdonar.Otra hubiera sido la historia si David no se hubiera arrepentido. 

Cuantas veces no llegamos delante de Dios por creer que no merecemos perdón, y es cierto, pero Dios nos mira a través de Jesucristo, Él se trasforma en el prisma perfecto por donde nos mira Dios. 

Si cayéramos por segunda vez, nosotros sabremos que es segunda o tercera vez... Pero si la anterior tuvimos un arrepentimiento genuino para Dios es la primera vez, y el famoso archivo histórico de nuestras faltas no es más que una "trampa" (por decirle de alguna forma) para que "nos perdamos" de Dios. Si te has sentido mal y lejos de Dios, recuerda que su amor es infinito y siempre está dispuesto a recibirte con los brazos abiertos.
ARC

Comentarios

Anónimo dijo…
<b<asi de grande es el amor de dios cristo con los brazos abiertos nos mostro el tamaño del amor del padre

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