LA LITURGIA

ROMANOS 12:1 Así pues, hermanos míos, con el pensamiento puesto en la inagotable misericordia de Dios, os ruego que le presentéis vuestro cuerpo como un sacrificio vivo y santo, entregado por entero a su servicio. Esta será vuestra más auténtica manera de rendirle culto.
2 No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios.

Con la reforma de Lutero, vino también la reforma de la liturgia, esta se simplificó, además se empezó a usar el canto congregación en lenguaje popular. Hubo participación más activa de la música en los cultos. Se aprovecharon las canciones populares que recibieron algunas modificaciones para el uso en los cultos, se tradujeron y versificaron himnos. Por lo tanto concluimos que la liturgia se adaptó a la cultura y la época.

Como muestra, nuestro himnario bautista tiene preciosos himnos, pero de varios siglos atrás, ej. el himno 26 “Castillo Fuerte es nuestro Dios” fue escrito por Martín Lutero en 1529. Este himno es bueno para los que nacimos en el evangelio, pero con esta música no vamos a impactar a los jóvenes que se están perdiendo en el mundo sin Cristo.

Además los instrumentos tampoco son “SACROS” en sí, de hecho el piano que hasta algunos años atrás se consideró el único instrumento que se podía tocar en la liturgia de la iglesia, fue usado para fines de diversión en las cantinas del siglo XVIII y XIX. Pero lo usamos porque así conocimos la liturgia, es decir, debemos abrir nuestro entendimiento, y aceptar que todo lo que nosotros dediquemos a Dios es santo, y santo es “apartado para, dedicado a” Dios.

En el salmo 150 David expresa que la alabanza a Dios debe ser con toda clase de instrumentos (intrínsicamente toda clase de ritmos). David no puso el uso de la batería, ni del teclado electrónico, ni menos del bajo, pero él estaba pensando en los instrumentos que existían en esa época, si hubiesen existido obviamente serían parte de este salmo. Estos instrumentos también los usaban en los cultos a dioses paganos, pero David tiene en mente la santificación de los instrumentos como la música.

Si Cristo viviese hoy en nuestro mundo globalizado, estoy seguro que usaría del Internet, el correo electrónico, los medios audiovisuales, etc. Porque cuando él estuvo en la tierra usó lo que tenía a su alcance y de uso común de la gente, ej. Usó mucho de las parábolas con historias cortas y de su vivir diario (algo que pudieran entender), así creo que debemos adaptarnos a un mundo en constante cambio, sin dejarnos arrastrar por el pecado inmerso en él.

¿Queremos impactar el mundo con el evangelio?, o vamos “pelearnos” unos con otros por qué tipo de música vamos a usar, que tipos de ritmos vamos a aceptar… Pablo le dijo a Timoteo que tuviera cuidado de si mismo y de la doctrina… pero cuando hablamos de cómo vamos a ganar el barrio para Cristo no está en discusión la doctrina sino la forma. La doctrina no se transa pero debemos renovar nuestra mente, para saber como usar esta sana doctrina. Esta es lo que Cristo enseñó y luego los apóstoles comenzaron a reproducir, y no tiene nada que ver con el uso que le damos a las artes para alcanzar a los perdidos con el evangelio.

Es así como debemos recuperar lo que el diablo alguna vez robó, el robó para SÍ la música que fue creada por Dios, y creada para alabanza de su Gloria. (Efesios 1:3-14)

El autor coreano In Sik Hong, anota siete principios teológicos con respecto a la liturgia, a tomar en cuenta

1. Superar el reduccionismo teológico de la liturgia, recuperando el sentido trinitario del culto.
2. Recuperar la emoción de gratitud por el amor y la gracia de Dios en la vida.
3. Redescubrir el carácter festivo del culto.
4. Desarrollar el sentido comunitario del culto.
5. Encarnar el culto en el contexto socio cultural que nos rodea.
6. Entender a la gente de hoy, interpretando nuestro sentido litúrgico a la lengua actual (sin perder la base teológica).
7. Promover espacios de desarrollo social, cultural y espiritual.

COMENTARIO:

1. Creo que hoy se ha perdido el sentido trinitario del culto dando más énfasis a Dios en la persona del Padre y el Hijo, pero sin dejar actuar al Espíritu Santo en la enseñanza de cómo debemos adorar, y a la vez otros han dejado un énfasis solo espiritual quitando crédito a Jesucristo en quien se encuentra toda la plenitud de la Deidad.

2. Lo más sublime que nos ha sucedido es que Dios nos mire a través de Jesucristo, y nos haya regalado la salvación. Y eso ya es suficiente motivo para ser hijos agradecidos.

3. Celebramos y hacemos fiesta porque somos un pueblo libre (ej. fiesta celebrada por María luego de pasar el mar rojo); Jesucristo pagó el precio que hoy nos hace libres del pecado y no estamos de luto frente a un Cristo muerto en la cruz.

4. Santiago dice que la fe sin obras es muerta, y en este sentido lo social y comunitario cobra real importancia cuando expresamos el amor hacia Dios y hacia el prójimo.

5. No debemos copiar modelos, si debemos adecuar nuestra liturgia a nuestra realidad cultural, sin perder de vista el fondo, es decir, podemos cambiar las formas, pero nuca la doctrina. Hoy la mayoría de nuestras iglesias bautistas tienen el modelo heredado de la iglesia norteamericana, lo que no es malo, pero ya es tiempo que cobremos nuestra propia identidad como chilenos.

6. Una forma de enseñar la Biblia a una persona que no tiene un historial evangélico, es usando traducciones en paráfrasis, o “Dios habla Hoy”, o la nueva versión internacional; la versión RVA 60 para nosotros es buena, porque aprendimos con ella, y sabemos muchos versos de memoria en esta versión, pero si queremos que la gente entienda el mensaje debemos contextualizarnos.

7. La iglesia hoy se encerró en los templos, alejándose del “mundo”, pero es a ellos a quienes hay que ir. Jesús estaba involucrado con el medio que lo rodeaba, y como cristianos debemos proveer espacios para el desarrollo de las artes (diversos ritmos e instrumentos en la música, danza, teatro, mimos, cine, radios, televisión, una gama inmensa de expresiones multimedia, etc.), desarrollo del sentido comunitario social, y todo eso orientado a lo espiritual entendiendo nosotros que el fin primero y último es que la gente conozca a Jesucristo. Así estaremos cumpliendo la misión entregada por Jesús (gran comisión) de hacer discípulos, es decir, de presentar a Cristo a un mundo que lo necesita cada día más. Y en obediencia ser para alabanza de su Gloria.

ARC