TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR...

TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR...

Abuelo, ¿cómo eran las cosas en tus tiempos? – ¡Mucho mejores que ahora! ¡Las nuevas generaciones han arruinado todo por lo que luchamos!

Hace poco vi este diálogo escrito, como para indicar que todo tiempo pasado fue mejor… 

Me recordé de esto porque hoy, como todos los días, salí de mi casa hacia el trabajo, y cuando estaba ya en el bus, me di cuenta que mi smartphone no quiso venir conmigo. Y cuando me pasa eso todo es un “caos”. Mi smartphone me avisa de las distintas actividades del día, y hoy debe estar avisando en casa y nadie lo escucha. Entonces me quedé pensando, cuándo nos ha robado la tecnología… Antes de los teléfonos inteligentes debía usar mi mente para recordar cada actividad…

Hoy la tecnología se ha robado la comunicación en el hogar, cada uno está en sus smartphones, computador, tablets o ipad… Una vez una señora muy angustiada por la desintegración de su familia me contó que les tenía que enviar un whatsapp a sus hijos adolescentes para avisarles que estaba lista la comida, cada uno estaba en su cuarto encerrado, y muchas veces tenía que comer sola. Creo que una de las instancias más ricas, a nivel familiar, donde poder compartir con los integrantes de la familia, es a la hora de la comida. Allí conversamos, y todos opinamos a veces de cualquier tema, otras veces para saber que pasa en el colegio de mis hijos, o temas profundos acerca de la vida, la iglesia, y Dios. Un humorista o unos de los mayores exponentes “stand up comedy” de chile, Coco Legrand, en una de sus rutinas contaba que se juntan los jóvenes en un pub pero en vez de conversar entre ellos, están todos conversando por teléfono con los que no fueron. A la forma del humorista parece gracioso, pero creo que es demasiado triste que la tecnología que debería estar al servicio del hombre se haya robado la comunicación. En un restorán vi un letrero que decía: No tenemos Wi-fi, conversen entre ustedes. Tantos avances tecnológicos al servicio del hombre, sin embargo, nos hemos esclavizado a la tecnología. No podemos vivir sin tv, internet, artefactos electrónicos, hervidor eléctrico, microondas, refrigerador (casi todo relacionado a la energía eléctrica).

Recuerdo algunas anécdotas de antaño… Cuando era niño, visitaba a mi abuela en los veranos. Ella tenía luz eléctrica, pero no tenía televisión, tenía una radio a pilas y esa sonaba desde las 06:00 de la mañana, que era la hora en que se levantaba. Iba al gallinero y sacaba huevos frescos, horneaba pan, y me despertaba a las 07:00 para el desayuno, cocinaba todo (invierno y verano) en su cocina a leña. A las 12:00 tenía listo el almuerzo (sopa, segundo, y postre), observé el proceso de cómo se hace una cazuela de gallina, desde que iba al gallinero a elegir la más “gordita” (pasando por todas sus etapas) hasta que llegaba al plato. Durante el día hacía dulce de albaricoques, ciruelas, mora, etc… Tipo 5 de la tarde (más o menos, depende lo que nos demoráramos en llegar del río) tenía lista la once, otra vez con pan caliente y dulce de mora, y a las 20:00 la cena, para acostarse a las 21:00 horas… Tengo bellos recuerdos de esos días… Obvio que no había tecnología pero si miro retrospectivamente creo que fue mejor… Puedo concluir: Todo tiempo pasado fue mejor…

Recuerdo los días de mi niñez y adolescencia en la iglesia. En vacaciones me la pasaba todo el día con amigos de los “embajadores del rey”, haciendo cicletadas, o caminatas al cerro, no teníamos celulares ni correo electrónico, ni whatsapp para ponernos de acuerdo, así que uno tomaba la iniciativa y comenzábamos a pasar por todas las casas hasta reunirnos todos… En tiempos de clases, era solo de fines de semana… Todo el sábado y domingo tocando guitarra en el iglesia, esperando la hora de la unión de jóvenes (aunque no tuviera la edad) para apoyar en la música. Las vigilias eran de 8 de la tarde a 8 de la mañana… algunos mensajes, oraciones, break’s, pero la mayor parte del tiempo eran largos períodos de alabanza (una tras otra, sin pausas), mis dedos quedaban hinchados tanto tocar guitarra sin relevos. No habían sistemas de sonido, ni micrófonos, no había batería, ni guitarra eléctrica, ni bajo, pero se cantaba con pasión… Hoy echo de menos esa sencillez, poseemos todo para entregar una alabanza de excelencia, y hacemos todo para que el sonido sea excelente. Los sistemas altoparlantes, micrófonos, guitarras, teclados, y voces deben sonar armoniosos. Buscamos la excelencia para Dios, y que la congregación escuche sonido de calidad. Pero a veces nos enfocamos en todo esto que es externo, y descuidamos la verdadera adoración que es la que sale del corazón, la que no necesita sistemas de amplificación… No teníamos excelencia en el sonido, pero si miro retrospectivamente creo que fue mejor… Puedo concluir: Todo tiempo pasado fue mejor…

No quiero que me mal entienda… no estoy en contra de la tecnología… Comencé a programar desde que fui adolescente… comencé a entender cómo funcionan los aparatos tecnológicos, y siempre me llamó la atención los sistemas de información… El teléfono, correo electrónico, whatsapp son herramientas útiles a nuestro servicio… La excelencia en el sonido no tiene por qué robar la sencillez de corazón en la adoración.

Tengo lindos recuerdos de mi niñez y adolescencia sin tecnología, sin embargo hoy uso de las herramientas de la tecnología… Tengo lindos recuerdos de los largos periodos de cantos sin amplificador, sin embargo hoy apunto a la excelencia en el sonido para alabar a Dios…

Cuando logro entender que en Dios TODO tiempo es extraordinario, y en su misericordia nos va revelando sus caminos en la medida que nos dejamos moldear por Él… Llego a la conclusión que ni el presente es mejor que el pasado, ni que todo tiempo pasado fue mejor… Sino que en Dios lo mejor está por venir.

ARC. En el Kairos de Dios.

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