Reflexiones: Guagua que no llora no mama
Tengo muchas experiencias personales donde Dios me ha dado lo que he pedido… Cuando comprendí el gran amor de Dios para mí (mi conversión) me explicaron que Dios necesitaba que yo fuera específico, así que comencé a ser MUY específico en lo que le pedía a Dios y Él me lo concedía, y eso fue abriendo mi fe… Pero desde ya hace un buen tiempo me da vueltas un tema, y no lo había escrito porque no logro dar con las ideas correctas, le pido a Dios sabiduría para entender… Todos hemos escuchado en los círculos evangélicos: Reclámalo y poséelo! Declaro, Decreto… puedo ver pasar un Mercedes Benz último modelo y decir ese auto será mío… ¿Qué pasa si Dios me concede tal disparate?, se me presenta otro problema, cómo lo mantengo, como le pago el permiso de circulación, etc… Mateo 7:7-8 dice “Pedid, y se os dará; Buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá…”. La primera parte dice Pedid. ¿Ese pedid, es todo lo que yo pida?... ¿Todo lo que yo reclame para mí?, Santiago 4:3 dice “Pedís y no